Con este primer artículo, me gustaría acercaros un poco más la ciudad en la que vivo y en la que ejerzo una de las profesiones más apasionantes, estimulantes, sacrificadas, dinámicas y emocionantes…. pero sobre todo satisfactoria: la sumillería.

Londres, a parte de sus cielos grises e inviernos húmedos, su cultura multirracial, sus grandes y enormes espacios verdes, ajetreo y bullicio, se ha convertido en una de las capitales mundiales más influyentes del vino y la gastronomía.

Atrás quedaron muchos tópicos como “que mal se come aquí”, “como se puede cocinar con mantequilla!” o los clásicos take away de Fish & Chips….. etc.

En los últimos diez años, grandes cocineros de todo el mundo como Alain Ducasse, Daniel Boulud, Heston Blumenthal, Brett Graham, Michel Roux, Simon Rogan, Gordon Ramsey, e incluso chef españoles como Nacho Manzano y David Muñoz (en Diciembre abrirá su restaurante en Mayfair) y otros muchos más, han puesto su sello en la capital inglesa, contribuyendo a conseguir que ésta ciudad tenga 64 establecimientos galardonados con estrella Michelin.

Cual es la razón de este éxito….? Seria difícil de explicarlo con un solo articulo, pero la predisposición, diversidad y ganas de experimentar nuevas sensaciones de los comensales en los restaurantes, es una razón de mucho peso, lo cual motiva a grandes celebridades de los fogones a abrir establecimientos en esta ciudad.

Son innumerables e interminables las diferentes opciones culinarias que se pueden encontrar en Londres; desde las mejores tendencias asiáticas pasando por el estilo clásico europeo y terminando por la cocina moderna mediterránea y molecular.

A este éxito de la gastronomía se le suma el de la vinicultura y sumillería, un ingrediente extremadamente importante que por otro lado no sería un éxito completo, si el matrimonio “del trago y el bocado» no es armónico o no van de la mano.

Londres es una ciudad en la que la diversidad de paladares, culturas, gustos y sabores tienen que encontrar la forma de unificar todos estos requisitos, la solución: disponer de un mercado amplio y muy diverso, donde cualquier Denominación de Origen cabe y es bienvenida.

No hay ninguna duda de que Londres está en el top 3 de las ciudades culinarias del mundo, y me atrevo a decir, porque estoy convencido de ello, que la capital británica está en el top mundial de las ciudades vinícolas, donde, como sumiller, tienes la gran oportunidad de degustar vinos de todos los rincones del mundo sin moverte de la ciudad. Catando vinos de Tasmania en Australia por la mañana, pasando por British Columbia en Canadá por la tarde y terminar con un Clos de Tart Grand Cru de Borgoña en la noche; todo esto acompañado y apoyado de Master Class, ponencias de productores y charlas que ayudan a entender y comprender mejor el estilo, el terruño y la historia de esa región vinícola en particular.

Un dato significante, meritorio que demuestra y reafirma la teoría de que Londres es la capital del vino, es que las tres mejores instituciones educativas de vinificacion, viticultura y sumillería del mundo tengan su sede en Londres; The Institute of Master of Wine, The Court of Master Sommelier y Wine & Spirit Education Trust (WSET) .

Es escalofriante que en esta ciudad tengan su residencia profesional alrededor de 130 Master of Wines y 65 Master Sommeliers, teniendo en cuenta que hay solo 312 (MW) y 219 (MS) en todo el planeta.

Con éstas grandes ventajas se crea la llamada de oferta y demanda atrayendo profesionales del sector, tanto sumilleres como chefs de todos los países, para perfeccionar técnicas, incrementar y extender conocimientos que en sus países de origen no sería posible.

Es difícil resistir la tentación de venir a Londres no sólo profesionalmente sino como apasionado y amante de la gastronomía y el vino. Lo cual desde aquí, me gustaría animar y persuadir a aquellos amantes, amaters y profesionales a disfrutar del edén culinario del que se ha convertido la capital inglesa.

Os espero.

Agustín Trapero AIWS.