En mis ultimas andanzas por Barcelona visité Bodega 1900, uno de los nuevos espacios de Albert Adriá aclamados por la ciudad condal y por los muchos turistas, visitantes y viajeros que recibe esta gran ciudad que cada día abre nuevas propuestas gastronómicas.
Una propuesta sencilla y sin complicaciones que pretende recuperar ese concepto tan atractivo e interesante de los antiguos bares y tascas donde lo normal es tomar una tapas, conservas o salazones acompañados de un buen vermut, vino o caña.
En las paredes los recuerdos de El Bulli decoran el local y muestran el noble pasado y presente en la gastronomía de los Adriá.
No se reserva mesa así que tendrá que jugártela si quieres probar lo nuevo de Albert, dado el éxito de todos sus locales y la imposibilidad de reservar mesa creo que es una buena opción. Yo me acerqué sobre las 21:00 h. sin pedir trato de favor y tuve suerte.
Arrancamos nuestra experiencia con un delicioso coupage de Vermut Martini Gran Lusso y Martini Clásico acompañado de unas Algas Crujientes con Sésamo, desde el primer momento queda claro que no es un espacio para grandes tragones, las raciones son pequeñas.
Mi segunda elección unos Erizos al natural que disfruto con gusto y pasión. Tierra de mar donde he disfrutado estas joyas prehistóricas a lo largo de toda mi vida desde muy pequeño.
Para seguir una finas y suaves láminas de Caballa Ahumada llegan a nuestra mesa, nuevamente el sabor a mar con el recuerdo de aquellos salazones del pasado.
No me canso de sus productos del mar y ahora pido un Lomo de Bonito Confitado en Salsa Catalana, muy suave y con la textura de crudo.
Para tener el punto refrescante en boca terminamos, antes de pasar al dulce, con una Ensalada de Tomate al Natural.
En el capítulo de postres me decanto por una Piña con Miel de Caña, sugerente y también refrescante.
La experiencia ha terminado, el precio aceptable teniendo en cuenta el éxito de sus propietarios en todo lo que tocan. Magnifico servicio en un entorno realmente atractivo que evoca lo mejor del pasado de la cultura de los bares, en la cocina Pedro G. Asensio, en la sala Ángel Gerriz y como coordinador Albert Adriá.
Hora de marcharse, cruzando la calle despido con la vista al emblemático Tickets, por supuesto lleno hasta la bandera, es el secreto del éxito, es el secreto de los Adriá.