Vivir en el mar, cocinar junto mar, es la tónica general de un cocinero al que esta situación ha forjado en L´Ametlla de Mar, una pequeña población que tiene entre otras joyas marítimas al Atún Rojo como protagonista, él es Marc Miró.

Aunque Mac nació en Barcelona el destino le llevó a este puerto, donde pequeños barcos pesqueros ilustran la imagen bucólica de amaneceres y atardeceres. De esos barcos llega el producto que ha dado al chef su nombre en este punto de Tarragona.

Marc comparte su trabajo y vida con Yolanda Rojas, directora de sala y sumiller, función que la ha llevado a crear una más que interesante bodega que modifica y nutre de forma constante con buenos y grandes vinos, con lógica en el precio final. Los dos manejan un pequeño bistrot absolutamente personal que es el faro gastronómico de L´Ametlla de Mar, el Restaurante La Llotja.

Aunque Yolanda no es de hacerse fotos siempre consigo robarle alguna, su espíritu humilde y sencillo, de gente de bien, no le impide crecerse cuando le pedimos que se encargue de seleccionar nuestro vino, me encanta su gusto y estilo, arranca con LAFOU, me quiere hacer feliz, sabe mi debilidad por la Garnacha blanca así que inicio perfecto, las notas de esa fruta madura, sus toques florales y su expresión cítrica lo hacen ideal para este día, la sonrisa siempre en Yolanda es el mayor regalo de la sala.

Despliegue de sabor a mar nada más comenzar, con unos «Filetes de sardina de “la Cala” marinadas con agua de mar y vinagre FORVM Chardonnay y adobadas con aceite ahumado, se presentan con vinagreta de frambuesa y tostaditas con tomate» un plato que siempre le pido a Marc, sencillo pero inmenso, esencia de producto y el trato que se merece una impresionante materia prima, sin más.

No puede uno marcharse de esta población y este restaurante sin probar uno de sus productos fetiche, a poca distancia del puerto se encuentra la granja de atunes de Balfegó, de aquí obtiene el chef el mejor Atún Rojo del mundo, es un privilegiado sin duda.

Uno de sus grandes platos elaborados con esta joya de la naturaleza es el «Carpaccio de ventresca de Atún Rojo “Balfegó con aromas mediterráneos, lecho de tomate confitado y tostadas con olivada«.

Si a este momento gastronómico le sumas Una Palma de Tío Pepe, una de las cuatro edades de la gran creación de Jerez, hijo del arquitecto de emociones, Antonio Flores, contado con el verso de este poeta de los vinos y del sumiller Juanma Terceño, ya puedo morirme en paz soñando con la Bodega de González Byass y mi Tío Pepe. Precisamente aquí celebramos junto a José Carlos Capel una cena memorable donde el mundo del Atún Rojo Balfegó y los vinos de Gonzalez Byass se unieron para siempre en la palabra de Juanma Terceño, pero esa es otra historia que algún día contaré…

Marc lleva en la sangre el mar, y siendo así no puede faltar en su carta ese producto que hace años todo el mundo desdeñaba, el humilde pepino de mar, la encumbrada ahora a las altas mesas, su majestad la Espadeña. De igual forma el chef catalán eleva y da toda la dignidad que se merece a este humilde e interesante equinodermo de delicada y fina carne blanca, su plato  «Espardeñas con panceta ibérica y aceite de pistachos«.

Los que conocen mis gustos saber el motivo de mi felicidad cuando vengo a esta casa, y no es que me siento entre amigos, tampoco que el lugar me encanta como te acoge entre sus cuatro paredes, no es su ambiente mágico, es de manera destacada su selección de productos, platos sinceros, cocina de mercado de verdad, y lo demuestra Marc con sus memorables «Chipirones salteados con cebolla confitada y cordel de aceite de tinta«.

Tener la suerte de trabajar en este entorno te permite recibir cada día algunas de las más especiales criaturas marinas, otra emocionante propuesta es su «Gamba roja a la plancha con flor de sal del Delta y aceite de oliva virgen extra»

Aunque Marc no es de Redes Sociales alguna vez se le puede ver, desde luego en las mías si está, con esos magníficos ejemplares de uno de sus pescados preferidos, el Dentón. Lo trabaja con cariño y devoción sabiendo que dará lo mejor de este sabroso habitante del mar, aprovechando hasta la raspa. Su preparación hoy es «Dentón con salsa de tomates asados, emulsión de erizos y tempura de codium«.

No falta el momento dulce, Marc no se complica con postres que en su cocina no tendría espacio para realizar, pero ha marcado algunas delicias que hacen terminar la comida con el mejor sabor de boca, el primer ejemplo son sus «Buñuelos de manzana ácida acompañados con una salsera de crema inglesa«.

La segunda opción es su «Milhojas de Mató, delicadeza de queso fresco y membrillo» con un hojaldre de obrador de nota.

Pero mi predilecto son sus «Fresas guisadas a la pimienta» que corona con un helado de nata, si algún día no lo hay lloro por los rincones, terminar con este postre es mi momento más especial.

Os recomiendo absolutamente este precioso restaurante, la experiencia bien merece un viaje hasta esta pequeña población de Tarragona, disfrutar está garantizado.

Quiero cerrar el reportaje con una fotografía que guarda un mensaje muy especial, un viaje con Marc y Yolanda a Ibiza, en ese recuerdo quiero quedarme hoy…

Restaurante La Llotja

Calle Sant Roc, 2343860 L’Ametlla de Mar

Tel. 977 457 361  lallotja@restaurantlallotja.com

 https://www.restaurantlallotja.com/