De Irlanda se pueden decir muchas cosas, de su cultura que se expresa en cada local con la música, de sus paisajes y su verde interminable, de la belleza de sus pueblos, la peculiaridad de sus gentes, la complicación de conducir por llevar el volante en el lado contrario., pero pocos saben que la República de Irlanda está en la actualidad entre los países más ricos del mundo en términos de renta per cápita, lo que quiere decir que saben vivir muy bien, guardan muchas tradiciones y avanzan sin prisas, os invito a realizar un viaje gastronómico por el país…

No podía ser de otra manera, recepción de la eterna lluvia de Dublín que personalmente no me molesta nada, es más me encanta. Tan acostumbrados están aquí que les encuentras en el exterior los bares llueva o no llueva. Las fachadas de muchos clásicos son el mejor decorado de las calles de la capital irlandesa.

La primera parada será Rustic Stone Restaurant by Dylan McGrath en pleno centro de Dublin.

Dylan McGrath es un cocinero que practica una rica e interesante cocina que bebe de aquí y de allá de las cocinas del mundo para acompañar una gastronomía de producto, fresca, vibrante y con un agradable resultado.

Atractivos y sencillos platos con un punto rústico, haciendo honor al nombre del restaurante, y servido en una vajilla muy en el tono del local donde impera la madera. Para comenzar «Pesto Chips«, unas patatas con ajo, tomate y parmesano.

La tabla de pan artesano es imprescindible en este local, lo acompañan con hummus, crema de berenjena y mantequilla, todo orgánico.

«RUMP BEEF» me ha parecido muy propicio pedirlo aquí, tiene fama de hacer buena carne y en Irlanda pueden presumir de ello, este corte es la Rabadilla de una rica vaca irlandesa, que es muy raro verlo en los restaurantes de esta ciudad, lo hace con una fina pasta de albahaca y piñones que cubre su parte superior a modo de pesto rústico y la cocina en piedra caliente que sirve en la misma mesa. Acompaño con «Lime Luscius«, ensalada con hojas de gema, berros, pepino, jengibre en vinagre, mouli, rebanadas de mango, cilantro y sandía, coco tostado, semillas de eneldo y lima.

En armonía una pinta de cerveza Clonmel, mi primera pinta en este viaje por Irlanda, muy bien tirada!!!

Rustic Stone Restaurant, South Georges St., Dublin 2
T: +353 1 7079596 E: info@rusticstone.ie

Si eres capaz de soportar el tiempo necesario en la fila de acceso podrás conocer en la ciudad una de sus grandes obras arquitectónicas, construida en 1592 por la reina Isabel I, Trinity College es la universidad más antigua de Irlanda ubicada en el centro de la ciudad.

Su mayor atractivo turístico es la famosa Biblioteca del Trinity College que posee la mayor colección de manuscritos y libros impresos de Irlanda. Desde 1801 recibe un ejemplar de todas las obras publicadas en Irlanda y Gran Bretaña, gracias a lo cual, actualmente posee casi tres millones de libros repartidos en ocho edificios. El edificio donde se encuentra la Antigua Biblioteca, construido entre 1712 y 1732, es el más antiguo de los que se conservan. La sala principal, conocida como «Long Room» (Habitación Larga), tiene 65 metros de largo y contiene más de 200.000 de los libros más antiguos de la biblioteca.

Tiempo para vivir el Dublin más canalla, llega la noche…

Si quieres vivir la experiencia del auténtico Pub irlandés no te puedes olvidar de pasar una noche en el Pub Napper Tandy´s (anteriormente Chambers Pub), el reciente cambio del nombre ha querido dar honor al revolucionario y reformador irlandés Napper Tandy´s (1739-1803). Y es que aquí han cambiado pocas cosas, la gran pinta de Guinness sigue siendo la estrella junto a música en vivo las 7 noches de la semana: una mezcla de folk, blues, jazz, trad y rockabily.

Mucha gente viene aquí a tomar una cerveza y escuchar música pero yo no soy de beber sin comer así que planteo una cena con música en directo, ambiente garantizado, aquí las estrellas de su sencilla carta son el estofado de cordero irlandés tradicional, su tradicional Fish & chips y cerveza rebozados y la Hamburguesa de carne irlandesa. Me quedo con el pescado, abadejo frito en crujiente rebozado de cerveza, con puré de guisantes, salsa tártara y patatas.

De postre un «Parfait de banana«. La gastronomía no es algo a destacar pero acompaña el concepto y es una experiencia muy divertida tengas la edad que tengas.

Napper Tandy´s (Anteriormente Chambers Pub)
Merrion Row Merrion Row,
Dublin 2
T: (01) 660 2367
E: bookings@chamberspub.ie
W: https://www.nappertandys.ie/

Y aunque la noche invita a seguir mi reconocimiento de Dublin al día siguiente debe continuar así que me despido de las últimas luces de la capital irlandesa.

Al día siguiente y después de un paseo por la calles de Dublin, uno de sus  mejores grafitis me recuerda que es hora de comer, aunque lo suyo sea la cena, la última…

Mi elección hoy es uno de sus más conocidos restaurantes franceses, La Maison, un bistró en toda regla donde es posible disfrutar de los platos más clásicos de la cocina francesa.

Su terraza, con buen tiempo, y situada en pleno centro de la ciudad, es un lugar muy agradable para recrear las terrazas de París en Irlanda.

Su interior, clavado a los pequeños bistró de la capital francesa, con carteles originales de los años 50 y 60 de aperitivos, vinos y cafés de Francia.

Arranco con unos Mejillones irlandeses a la marinera con patatas fritas. Es evidente la influencia belga de este plato que hacen con crema, apio, albahaca y tomate.

Su carta tiene un cambio del pescado diario, en mi caso ha sido un Fletan que acompañan con legumbres y verduras y salsa de mantequilla blanca.

Reconozco que mi objetivo en este restaurante es el postre que flambean ante ti, como marca el clasicismo francés.

Es la muy clásica Tortilla noruega Alaska horneada, elaborada con merengue, helado de vainilla, sorbete, Grand Marnier, que requiere quince minutos de elaboración.

La carta de vinos guarda una selección que representa a las diferentes regiones de Francia. Yo me decanté por Rosé Ventoux y Dom Dionet.

Es hora de seguir viaje, destino la ciudad de Galway, bien conocida por su catedral y el Salmon Weir Bridge, todo un espectáculo en verano cuando se pueden ver a los bancos de salmones subiendo por el río Corrib para desovar. Esto me pone en ruta a uno de los productos gastronómico por excelencia en este país.

Hasta el borde con el Océano Atlántico llevo mis pasos para disfrutar de unas preciosas vistas mientras como en un restaurante muy peculiar.

El Restaurante Ard Bia, en el interior del hotel Nimmos, se encuentra en un bello edificio de piedra, un espacio gastronómico muy reconocido y apreciado por la comunidad.

La primera percepción al entrar es «buen rollo», todo muy hippy, y con una luz que llega del Atlántico que lo inunda todo, sin duda un lugar muy especial.

Detalles de anticuario y rústico en todos los rincones de la estancia.

Para comenzar «Fish Spec», entre sopa y puré con trozos de salmón, patata y verduras. En su carta una clara filosofía vegana, de respeto a los que no pueden comer gluten y mucha fuerza en el aspecto vegetariano.

Para seguir «Fish Goujons» lomo de pescado cortado en tiras y empanado a la inglesa acompañado de una ensalada de lechugas variadas.

Y termino con las tartas que te atrapan a la entrar en el local, de zanahoria, de crema inglesa, de yema…

Da igual la que elijas, todas te gustarán, y si te gusta hacer fotos de platos todas te saldrán para publicar en revistas Life Style, está todo estudiado.

Restaurante Ard Bia (Nimmo`s)

Spanish Arch, Long Walk, Galway, H91 E9XA

El atardecer llega cuando me hospedo en el Ballynahinch Castle, un lugar que es el destino en sí mismo.

Y es que si de algo puede presumir este país es de los fascinantes hoteles de lujo que posee, las vistas de sus habitaciones son sencillamente impresionantes…

Amaneceres, atardeceres con el río y lago que lleva su nombre como protagonista y la cordillera 12 Bens siempre presente.

Aquí los pescadores del salmón tienen un espacio único para la práctica de su afición, el hotel cuenta con instructores de pesca para los que no lo han hecho en su vida, pasear por sus inmensos jardines y territorio es la otra parte más atractiva de este lugar. recomiendo dedicarle tiempo al hotel, se lo merece.

Para los que gustan de tomar el té de la tarde aquí la experiencia al tomarlo en la terraza con las vistas del río y las montañas es algo difícil de superar.

Esta noche le hago los honores al rey de este territorio…


…será en The Fisherman´s Pub del mismo hotel, un lugar con pleno sabor de guarida de pescadores donde se ve claramente que hay clientes habituales.

Las horas de comer y cenar aún se me juntan ya que aquí si te descuidas te quedas sin comer, nuestros horarios en Irlanda no son aceptados así que andad con ojo. Para cenar por tanto, y sin mucha hambre, quiero probar el salmón local, «Salmón Ahumado de las pesquería de Connerama con mantequilla de algas y pan tostado«. Imprescindible probarlo.

Al amanecer un paseo por la inmediaciones del hotel y las vistas del producto que llega, en manos del jardinero del hotel de su propia huerta, al restaurante, te abre el apetito…

Y aunque no soy de desayunar mucho tengo que hacer el esfuerzo…

… no todos los días se desayuna en el espacio elegido por Georgina Campbell como el mejor de Irlanda (2017).

Seguramente estando aquí te dirán que es imprescindible ver Kylemore Abbey, pero salvo su naturaleza y paisaje exterior el resto no merece para nada la visita y menos cuando aquí las carreteras no son precisamente cómodas y menos conduciendo en el lado contrario sin costumbre.

Si merecen la pena algunos pequeños pueblos por los que las carreteras te van llevando, algunos de pescadores como Clifden, que cuando baja la mar sus barcos se quedan varados.

Llego una vez más tarde así que tendremos que tomar lo que cocina nos permita comer ya, el lugar es el Restaurante Mitchells.

En un agradable espacio donde reina la luz, un negocio familiar dirigido por un equipo de marido y mujer Kay y JJ Mitchell, en un edificio de principios de siglo de piedra y madera.

Aperitivo de carne ahumada con encurtidos.

Repito Fish & Chips con patatas fritas caseras, pepino en vinagre, y salsa tártara y me quedo con las ganas de probar sus muchos platos de pescados y marisco de esta zona, otra vez será…

Restaurante Mitchell

Calle del mercado

Clifden (Condado de Galway)

+353 (0) 95 21867

Ya en mi última noche en esta joya de hotel quiero cenar en el único restaurante que figura en la Guía Michelin de la zona, es el Restaurante The Owenmore, en mi mismo hotel y con las vistas más fascinantes que puedes pedir. Los que amamos el arte encontramos en sus paredes una interesante colección de pintura con obras de Gerard Dillon, Louis le Brocquy, Jack Yeats, Mary Swanzy, Walter Frederick Osborne, William John Leech y Leo Whelan.

El chef ejecutivo de este restaurante es Alan McArdle, responsable de toda la gastronomía que en este hotel y sus diferentes espacios gastronómicos se sirve.

Pero gran sorpresa, aquí el Sous Chef es un español, David Bodas, oriundo de Talavera de la Reina, que me atendió de lujo con el cariño que compartimos los españoles con nuestros hermanos que vienen de casa.

Empezamos con una Tarama con corteza de centeno. La Tarama es una pasta que se prepara a base de huevas de pescado prensadas con sal. Se sirve con pan dulce de Parmesano.


De la granja del tío Matt’s, remolachas baby, queso de cabra, suero de leche, pistacho, es ahora cuando veo materializadas las verduras de su huerto.

He pedido un único vino, Jordan 2016 , un amable Chardonnay de Stellenbosch (Sudáfrica), zona bien conocida por sus extensos y pioneros viñedos ecológicos.

Un pescado, Halibut, con almejas y gambas, el Halibut o fletán habita en las aguas del Atlántico noroccidental y del Atlántico oriental y en Irlanda es muy común, personalmente me gusta más el Fletán negro que al contrario de este es considerado pescado azúl.

Siempre presente en un gastronómico, aquí también donde el clasicismo muestra su cara irlandesa, a pesar de su contemporaneidad, es muy evidente en esta Pechuga de pato Skeghanore, remolacha, endivia y Kale. El pato Skeghanore que se cría aquí es el pato Pekín. 

Y como corte antes del postre nos sirven en taza de café un velouté espeso de puerro y patata, espuma de patata ahumada.

En la selección de postres imperan la manzana, pera y fresas, helados y texturas crujientes y de bizcocho.

Al día siguiente y con pocas ganas abandonamos esta maravilla de hotel que recomiendo especialmente.

Hotel Ballynahinch Castle

DirecciónRecess, Connemara, Recess, Co. Galway, Irlanda

Cambio total de registro y me voy a un hotel mucho más humilde, es una pequeña casa, lo que llamaríamos casa rural en Irlanda, regentada por una amable viuda, es Garrane House que está en Croom, será mi lugar de salto a otros lugares interesantes que ver.

DirecciónCorribul Road, Croom Garrane House, Croom.

El hotel es muy humilde y antiguo pero es una finca donde tienen grandes caballos ganadores a los que puedes ver paseando por sus jardines junto a su jockey. He querido venir aquí a Croom para respirar ese ambiente del mundo de los caballos.
Y precisamente ese ambiente de taberna y barra irlandesa modernizado, donde todo son carreras de caballos, lo podemos encontrar en Pat Collins…
…comida de pub donde se puede tomar una buena pinta de Guinness y un plato de estofado irlandés casero. Peculiar, muy peculiar. Yo solo me tomaré una cerveza después de ver este bonito pueblo de Adare, para la cena tengo otros planes…
Pat Collins Bar
DirecciónMain St, Blackabbey, Adare, Co. Limerick, Irlanda
Mis planes para la cena están aquí, el Restaurante 1826, instalado en un edificio cabaña con techo de paja que es 1826, recibe su nombre del año en que el primer Señor de Dunraven construyó la cabaña. Los propietarios se esfuerzan por mantener el encanto y el carácter de la rústica construcción que identifica la belleza de este pueblo, aún quedan varias en pie.
A los mandos de este espacio, de sutil belleza rústica por fuera y por dentro, se encuentran Wade y Elaine Murphy. El chef Wade Murphy ha trabajado en algunas de las mejores cocinas de Londres, Chicago, Egipto e Irlanda, y recibió el premio al mejor chef de Limerick junto con el mejor restaurante con 1826 Adare. Por su parte Elaine tiene una gran experiencia en la industria hotelera de Alemania, Estados Unidos y Australia.
Apertura con un buen pan artesano acompañado de una rica mantequilla de la zona. Un gusto ver que en este país se defiende el buen pan.
Una comida fresca, vibrante (como diría el Chef Gordon Ramsay), es lo que nos espera en 1826, lo demuestran platos sencillos pero cargados de sabor como la  Ensalada de queso azul y pera Young Buck (Achicoria, Nogal en escabeche, panal).
O su Filete de Bacalao al Horno, lentejas estofadas con tocino ahumado, camarones marrones y salsifí horneado con sal, todo ello acompañado de un generoso puré de patatas elaborado con mantequilla, contundente pero muy interesante

Restraurante 1826 Adare

Calle principal, Adare

+353 (0) 61 396 004

info@1826adare.ie

Y de nuevo en ruta, ahora me marcho al condado de Kerry, en el suroeste de Irlanda,  mi lugar de descanso y de activación de los sentidos será el hotel Ard na Sidhe Country House, otro lugar que es destino en sí mismo para descansar y disfrutar de paisajes espectaculares.
Construida en 1913 por Lady Gordon (el fantasma de cuyo ancestro Bess Stokes se rumorea que ronda la finca) esta fastuosa y señorial casa de campo se ubica en el bello enclave de la ribera del lago Caragh, Killorglin, en el pintoresco Anillo de Kerry, ideal para practicar el golf, visitar enclaves turísticos de primer orden o descubrir secretos ocultos…
Lagos y naturaleza salvaje para perderse y atesorar recuerdos de por vida de un lugar mágico.
Una vez más la mejor opción es cenar en el restaurante del hotel así que me preparo para otra gran noche.
El pescado fresco del Atlántico y el mejor cordero de Kerry son dos de de los platos de lo que más presumen junto a los quesos de la zona. Comienzo con una muestra más de buen pan artesano, en esta ocasión uno de Guiness y otro de Paprika me llaman la atención.
Hoy cambio de tercio y tomaré un Crucero Collection Chardonnay 2014, me apetece la frescura de este  Chardonnay 100% creado en el Valle de Colchagua.
Para comenzar quiero probar Baby Crab de la ciudad de Tralee con mayonesa, pomelo naranja y rosa, aderezo de cítricos y yogurt. Un cangrejo muy apreciado en Irlanda que no decepciona, un plato muy fresco que he pensado ideal para acompañar a mi vino con notas tropicales.
Algo más clásico e internacional he sido en la segunda elección, un Risotto de guisantes y espárragos, queso de cabra y hierbas frescas. Buena ejecución donde el queso local muestra su personalidad.

Curioso acompañamiento para este plato, patatas y judías que en Irlanda es una norma para todo…

Sencillez absoluta en su carta de postres, lo que me declina a una digestiva Selección de helados de chocolate con anís, lavanda y vainilla presentada en cesta de hojaldre y salsa de caramelo caliente (detalle ya del pasado).

Descanso garantizado en sus confortables habitaciones y con el silencio de la más pura naturaleza.
Ard na Sidhe Country House
Caragh Lake, Killorglin, Co. Kerry
Ireland  V93 HV57
T: + 353 66 976 9105
Tiempo para las buenas anécdotas en este viaje, pararse en Cahirsiveen en el Condado de Kerri y conocer a un curioso e interesante anticuario con el que charlé de la Brigada Irlandesa, también conocida como Irish Brigade y Bandera Irlandesa, un grupo de voluntarios irlandeses que apoyaron a las tropas del gobierno de España durante la Guerra Civil, contra el golpe de estado de Franco. Hablé con él de la India y Nepal donde va cada año y me llevé un grato recuerdo en forma de la antigua imagen de Michelin que ahora desean cuantos chefs van a mi casa.
Desde el hotel hasta The Kerry Cliffs, los famosos acantilados que todo el mundo viene a ver a Irlanda, decepción cuando llegas y pretenden que sea un parque de atracciones y donde tienes que pagar por ver un espectáculo de la naturaleza, «ponerle puertas al campo» se convertiría en «ponerle precio a lo que es de todos», es una de las cosas que más me indignó de este viaje, y lo peor es que todo en el país es así, deberíamos aprender la lección y hacer lo mismo es España en todos nuestros monumentos, iglesias, escenarios naturales, parques…
No he querido dejar de visitar la celebre población de Cobh.
Y es que esta ciudad es reconocida porque el 11 de abril de 1912, la entonces ciudad de Queenstown fue el último puerto de escala del transatlántico RMS Titanic. A las 11.30 horas de ese jueves el Titanic llegó a Cobh, salió de este puerto con 2.223 personas (tripulación y pasajeros), sólo sobrevivieron 706 personas: 492 pasajeros y 214 tripulantes.
Hoy queda en Cobh el muelle que pisaron los viajeros que subieron al Titanic, tres días después, la noche del 14 al 15 el hasta entonces más grande barco del mundo se hundió en aguas del Atlántico Norte al chocar con un iceberg. Hacía por primera vez el trayecto entre Southampton (Reino Unido) y Nueva York (Estados Unidos), al cuarto día se acabó el viaje y el sueño de la naviera White Star Line. Una replica del cartel original de la venta de tickets se puede ver cada día en Cobh en su recuerdo. Una mezcla de melancolía y de querer entender me obligaba a quedarme un buen rato en ese muelle, pensando en aquellos desdichados, da igual lo importantes, ricos o pobres que fueran, su destino estaba escrito, los de primera clase pagaron por un pasaje 4.350 dólares, los de segunda clase 1.750 dólares y los de tercera 30 dólares.
123 pasajeros del Titanic subieron en Cobh, en su mayoría emigrantes irlandeses pobres, 44 sobrevivieron.

Es tiempo de ver unos de los grandes restaurantes referentes de Irlanda, para ello viajaré hasta Ardmore,
en el Condado de Waterford…

Allí me espera el Restaurante The House situado en el glamuroso Cliff House Hotel, un cinco estrellas ubicado cerca de Cork y Waterford. El edificio parece desafiar la gravedad, aferrándose a un acantilado en el lado sur de la Bahía de Ardmore, antiguo pueblo de pescadores. Considerado como uno de los mejores hoteles boutique de lujo de Irlanda.

Cenar aquí tiene garantizado el espectáculo, sobre el mar, se divisa toda la playa y la entrada constante de barcos pesqueros y deportivos.
El Chef Martijn Kajuiter y su equipo de cocina y sala dan luz propia a este establecimiento.
Siguiendo la línea de todo el viaje, una vez más, grandes panes artesanos, especialmente buenos en esta ocasión, acompañados de mantequilla local y pannacota con crispys.
El primer aperitivo se asemeja a unos rabanitos que resultan ser merengues italianos con crema.
A muchos recordará de forma inmediata el otro bocado a la Patata Kaolin de Andoni Luis Aduriz, patatas cocidas recubiertas de lactosa y colorante vegetal.
Su interesante carta de vinos me llama a pedir un Samurai Chardonnay 2016, (South Australia). Es un día de calor y me apetecen sus notas de manzana, fruta de hueso, piña, notas tropicales e incluso la sutil mantequilla y vainilla que se dibuja en su grata boca.  
Vieiras, coliflor, limón, ajo y huevas de arenque, son los ingredientes que muestra este plato que nos da la entrada con muy buen pie.
Ya he identificado en cada uno de los platos el diseño de Pordamsa, una empresa afincada en nuestro país y que desde Gerona exporta su alta calidad a restaurantes de todo el mundo, un gusto ver a nuestros compatriotas estar presentes en este espacio gastronómico de primer nivel en Irlanda.
Otra veraniega propuesta, Ensaladilla de pepino con espuma de mayonesa.
A continuación un llamativo Foie bañado en oro con estructura crujiente, fondo de tomillo y uva.
Una Gamba de buena talla servida con una elegante salsa de azafrán sigue al foie.
Ahora una Foccacia de huevo con calabacín y flor de calabacín rellena.

El Chef denomina a este plato Carne de res Angus negra de McGrath, hortalizas de jardín, bresaola, Whisky Kilbeggan y té. No falta en el plato la importante patata en este país, el tubérculo debió de llegar a finales del siglo XVI a Irlanda cuando el sistema feudal medieval de origen celta estaba siendo alterado por la colonización inglesa de los Tudor. Las primeras patatas que desembarcaron en Irlanda lo hicieron en este puerto.

El momento del postre comienza con Chocolate orgánico 65% – Barley Malted , Aceite Oliva, Oro, Sal de mar. Siguiendo la tónica de todo el menú degustación este postre sigue la sutilidad y delicadeza de todos los platos, un equipo de cocina con buena repostería, sin duda.

Con esta forma de pirámide presenta el chef su Naranja sanguina y fruta de la pasión: algodón de azúcar, natillas, crujiente. Otro espectáculo de postre.

Y cierra con esta escultura dulce, Caramelo, flan, palomitas, gelatina, bizcocho y frutos secos. Si solo me dejaran elegir un restaurante de todos los que he visitado en este viaje, sin dudarlo sería este.
Restaurante The House (Cliff House Hotel)
Middle Road, Ardmore,
Co. Waterford, Irlanda.
Sigo mi camino por las carreteras de Irlanda para llegar al último de mis destinos en el país, será el Condado de Kildare para dormir en el fastuoso The K Club, un gigantesco hotel con campo de golf, zonas para montar a caballo y un espacio privilegiado para pasear y descubrir.
Puentes, jardines y bosques  con una generosa vegetación rodean el espacio natural de The K Club.
Imprescindible pasear por la margen del río que atraviesa su territorio.
Pero ya podéis imaginar que no vine solo a dormir aquí, mi objetivo es el restaurante ByerleyTurk, ubicado en el interior del mismo hotel y cuyo nombre rinde honor a un legendario semental de pura sangre de los propietarios, su retrato es el punto de atracción máximo del local. Byerley Turk es reconocido como uno de los mejores restaurantes de la isla de Irlanda y es ampliamente reconocido por su galardonada cocina y su extensa carta de vinos.
Me dan la bienvenida Carlos Serrano, segundo sumiller oriundo de Málaga y  la camarera Maria Miralles de Alicante, esta noche tendremos un poco de España en la cena.
Carlos me mostró la gran bodega donde guardan vinos para sentirse orgullosos, la botella más antigua es de 1928.
Encantador, con toda la sangre del sur, no quiso que dejásemos de probar y ver algunas de las botellas de las que se siente orgullo poder mostrar.
Como este Petrus Pomerol del 66.
Un Romanée-Conti Monopole del 1990.
O un Chateau Lafite -Rosthschild de 1961.
Bienvenidos al paraíso, una bodega para recordar, íntima, humilde, pero llena de emoción.
De regreso a la mesa y viendo la bodega me preparo para una grata experiencia en mi último gran restaurantes de Irlanda.
Un aperitivo de notas ahumadas y crujiente marca el camino clásico de su cocina.
Me decanto para comenzar por Little Beauty 2016, un Sauvignon Blanc de Marlborough (Nueva Zelanda) que pienso será buen compañero para los platos que he pedido. Sus notas de pomelo, limón, cáscara de melón, hierba y tallo de apio son un buen comienzo.
Quiero cerrar mi marcha con el pescado estrella de Irlanda, Connemara Whisky Cured & House Hickory Salmón anumado irlandés, con Puré de coliflor, piñones tostados, acedera y aceite de pino. El chef ya me tiene ganado en su primer plato.
Siguiente vino, Barton & Guestier, Bordeux Reserve 2016, sigo con esos aromas frescos de pomelo que en esta ocasión acompañan manzanas verdes con acidez fresca y crujiente, será para acompañar otro pescado.

Black Sole Meuniere, bisque de vainilla y cangrejo de río. Otro clásico renovado con detalles de otro tiempo como el limón con redecilla acompañando el pescado.

Tengo que reconocer que el clasicismo de los acompañamientos me encanta, una vez más patatas y tirabeques completan el plato para los más comilones.

Termino con Tarta de limón glaseado, Salsa Cointreau de Chocolate Blanco, 5 Especias Helado de ciruela y armañac. 

Hotel THE K CLUB.
STRAFFAN, CO. KILDARE, W23 YX53, IRELAND.
TEL: +353 1 6017 200
Termina aquí mi viaje, en la retina grabado para siempre ese atardecer al borde del lago en los bosques de Irlanda, un viaje para el recuerdo…