Tengo que confesar que el día que Pedro Ruiz Aragoneses me presentó a Emilio Rojo tuve la oportunidad de encontrar un alma gemela y os aseguro que es algo muy complicado en mi caso, cada vez me interesa menos gente y cuando me interesa es porque es realmente especial, es el caso, su visión del mundo, de las viñas y del vino me emociona. La convocatoria de Viña Meín – Emilio Rojo para la presentación de los nuevos Ribeiros del futuro con la mirada en el pasado, me apetecía especialmente, así fue y así os lo cuento, en el Restaurante Estimar de Madrid.

José María Ruiz, Pedro Ruiz, Emilio Rojo y Laura Montero, directora técnica del proyecto, presentaron las nuevas añadas mostrando la singularidad e identidad de los vinos Lugar de Meín.

José María Ruiz

El patriarca de la familia nos daba la bienvenida con la esperanza de nuevos tiempos que nos permitan vernos de nuevo en mucho más eventos.

Pedro Ruiz Aragoneses

Su hijo ponía en valor el territorio y las emociones personales que en varias ocasiones le hicieron parar recordando a Julia, la mujer de Emilio Rojo que no hace mucho nos dejó por desgracia. Quiso dar la visión de dos novedades: O Gran Meín Castes Brancas y O Gran Meín Tinto. Ambos vinos expresan la autenticidad del paisaje de Ribeiro.

Viña Meín – Emilio Rojo es un proyecto que se encuentra en el término municipal de Leiro (Ourense}. Surge en 2019 después de que Alma Carraovejas, dirigida por Pedro Ruiz, encontrase entre dos de las bodegas referentes de la zona, la oportunidad de revalorizar los paisajes singulares de Ribeiro.

Laura Montero

Laura por su parte definió el territorio y los procesos de elaboración. Esa primera añada 2019 separa las vinificaciones con un claro carácter minifundista. El viñedo se trabaja de la forma más respetuosa posible con el medio ambiente y se busca realzar la biodiversidad de los suelos, así como la recuperación de trabajos vitícolas históricos de la zona.

Emilio Rojo se mantiene como único vino de parcela, los O Gran Meín son vinos para la guarda que proceden de varios viñedos y variedades de la finca.

Comenzamos con la más que interesante cata de parcelas y variedades:

Torrontés · AS SEARAS 2020

Treixadura · MEÍN 2020

Caíño Blanco · MEÍN 2020

Brancellao · OSEBE 2020

Caíño Longo · RIBEIRA ARRIBA 2020

y la cata de futuros vinos:

O Pequeno 2020

O Gran Meín Castes Brancas 2020

O Gran Meín Tinto 2020

Un lujo comenzar con el servicio de uno de nuestros mejores sumilleres bandera nacional, Juanma Galán, sumiller del Restaurante Estimar.

Y con él un Carpaccio de cigalitas, homenaje a El Bulli, 1995 en armonía con Charles Heidsieck Rosé Reserve, distribuido por la familia Ruiz Aragoneses.

O Pequeno Meín 2019 será el primero de los vinos del proyecto a catar en armonía con los platos de Estimar, en la copa encontramos la unión de las variedades Treixadura, Godello, Albariño y Torrontés, 100% atlántico, fresco, interesante fruta y acidez.

Ideal vino para acompañar unas impecables Anchoas del Cantábrico de primavera, como no podía ser de otra manera junto a un bien presentado pan tumaca, no hay que olvidar el origen catalán de este restaurante.

Las muchas copas que tengo en la mesa se empiezan a llenar, el siguiente vino es uno de mis predilectos de la bodega, Viña Meín Blanco 2018. Elaborado con las variedades Albariño, Godello, Lado, Loureiro Blanco, Torrontés, Treixadura, con notas de limón, manzana verde, esencia mineral y con esa fruta que marca el recorrido en boca.

Será el vino en armonía con otro viaje a Barcelona y uno de sus símbolos que marcaron muchos buenos momentos de mi infancia y juventud, es el eterno BIKINI. Elevan el nivel gastronómico de este humilde bocadillo en Estimar con un `Bikini de salmón y caviar´, un imprescindible de la casa!!!!

Y siguiente paso para catar O Gran Meín Tinto 2019, elaborado con las variedades Caiño Longo, Brancellao y Garnacha tintorera, expresión atlántica para un vino que yo defino como tintos del futuro donde frescura, notas bien definidas y suaves dan como resultado un elegante y deseado compañero de copa. Una pena que solo existan 2000 botellas, y una suerte que una de ellas ha caído en mis manos.

Otras estrellas de la cocina de Estimar son sus impresionantes `Chipirones a la andaluza con mayonesa de su tinta´, limpia fritura para respetar un producto de lujo, se maximiza la experiencia de sabor al tocar con la mayonesa.

Y llegamos a uno de los vinos que lleva el nombre del enólogo, Emilio Rojo 2018, elaborado con las variedades Treixadura, Godello, lado y loureira. La fermentación de las propias levaduras en tanque de acero inoxidable, sin tocar madera, da como resultado un vino afrutado, con notas cítricas, minerales y de flores blancas. Es la expresión de un paseo por Lugar de Meín rozando con la manos su vegetación.

Entra en armonía con un `Salteado de almejas al Fino Quinta´, de nuevo respeto al producto y la sabiduría de una receta que sigue gustando a generaciones.

Tiempo para conocer `O Gran Meín Castes Brancas 2019´, elaborado con las variedades Treixadura, Torrontés, Albariño, Godello, Loureira, Caíño blanco y Lado, marca la expresión de un Ribeiro inimitable producto de un ensamblaje con criterio y buen gusto.

Buenas compañeras trae este vino, son las `Gambas de Roses a la brasa y hervidas´, la elegancia de un Ribeiro puro con la excelencia de uno de los mejores productor de nuestras costas, identidad gastronómica de un territorio, hasta en eso están hermanadas con el vino, aunque unas provengan de Cataluña y el vino de Galicia.

Incluso pude probar Emilio Rojo 2019, una muestra que ya descubre lo mucho que está por llegar, la evolución y la personalidad de unos vinos que tienen una identidad propia, difícil de confundir.

Y de nuevo otro emotivo momento que Emilio quiso explicar muy bien, botella, caja y vino, atendí con mucho cariño a su Homenaxe a Julia 2016, un vino con el que brindé en recuerdo de Julia con todos mis compañeros de mesa, un privilegio poder catarlo y más junto a Emilio. Expresión de viña, de tierra, de suelo de donde emana y manda la esencia mineral. Quiero recodar aquí uno de los momento más impactante de la cena donde Emilio expresó sus más puros pensamientos, relató que llegó un momento en el que si no se hubiera llegado a crear el proyecto junto a Alma Carraovejas hubiera dejado morir las viñas, dejar que la vida las hubiera exprimido en la decadencia hasta el final y él moriría con ellas, es posiblemente una de las historias más bellas que he escuchado en mi vida, lo entendí y me emocionó hasta el punto de que las lagrimas en vez de salir de mis ojos quisieron llegar a mi alma y allí se han quedado para siempre.

Llegamos al final del mundo marino antes de alcanzar el postre con su `Pescado a la brasa con patatas fritas´.

Y aunque nada tiene que ver con la bodega Juanma Galán cierra el servicio del vino con Dalva Colheita ·Branco 2007. Nos acompaña en el momento del postre con notas de miel, almendra y recuerdos de resina.

Y es ahora cuando terminamos con la famosa `Cheesecake´ de Estimar, probar y opinar…

En el límite del tiempo establecido por la ley finalizamos la cena cuando Juanma Galán hace la composición que cada día ejecuta al finalizar el servicio, cuando las mesas han dejado la posibilidad de hacer su particular escultura enológica, hoy ha tenido en el cincel el mejor material para esculpir.

Pongo rumbo al hogar, aún tengo las palabras de Emilio en la cabeza, esas palabras que han calado hondo y que me llevan a ver sus expresiones más autenticas, esas que los que hemos vivido y visto familia y gente de campo, de agricultura, de viñedos, identificamos en el acto, esas personas como Emilio que dibujan con sus dedos la expresión de la naturaleza, son escultores de ella, de la vida…

Para más información:

Departamento de Comunicación Alma Carraovejas

David Villafruela 1 Director de Comunicación

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