Cuando como, bebo y disfruto, sin que las pretensiones y egos me apabullen, reconozco que soy feliz. Comer en Rural, donde Rafa Zafra, Anna Gotanegra y Ricardo Acquista se han unido al Jefe de cocina Alberto Pacheco, para dar forma a este proyecto en Madrid, ha sido uno de los mejores momentos de los últimos meses.

Minimalista, sencillo, primario, sin estridencias, relajante a la vez que elegante, así es su sala. En la entrada un espectáculo carnívoro te da la bienvenida con un cochinillo, impecables de cortes de carnes donde la etiqueta de Discarlux queda bien visible.

Una impresionante Cecina de Wagyu abre nuestro viaje, identificación en carta detallada (mamífero, criado, terciario).

Tan buen momento se puede superar con un vino nacido en el NO de Tenerife, en la Denominación Ycoden-Daute-IsoraParaje, se trata de Artífice Paraje Llanito Perera, elaborado con 100% variedad Listan Blanco. Un vino que hay que dejar respirar previamente, pero que nos regala interesantes notas minerales de un suelo volcánico que le da su protagonismo, notas de humo, fruta de hueso y cítricas.

Acertado Paté de ave y gelatina de su consomé, acompañado de dos cortes de agradable pan tostado. Nueva identificación en carta (ave, salvaje, terciario).

Ya anunció su solícito jefe de sala que hoy había Perrechicos, nos los sirven en una tosta de bocado, perfecto corte de esta joya de la Seta de San Jorge que se encuentra en su temporada.

Al siguiente plato no me puedo resistir al verlo, está en mi ADN, es uno de los recuerdos de la cocina de mi madre más intensos, de esos tiempos en los que los niños comíamos casquería cada día, por economía y por costumbres, se trata de unos Sesos de cordero a la romana, emocionante preparación donde el seso manda con generoso relleno y un sutil rebozado que abraza sin interferir en el sabor, será sin duda uno de los mejores platos del 2024 en mi resumen anual. Gracias por un recuerdo tan nítido, imposible ya encontrar platos así.

Y continuado con mis recuerdos tampoco me puedo negar a pedir el Salteado de riñones al Jerez, otro viaje en el tiempo a aquellos riñones que devoraba siendo un zagal en la Feria de Campo de Madrid, un lugar fascinante para los niños de tiempos oscuros en nuestro país, un día en el que viajábamos por toda España sin salir de casa viendo animales, artistas regionales… y donde nunca faltaba la comida en el restaurante donde siempre me pedía este plato. Perfecta factura en la elaboración, bien limpios como se deben preparar para garantizar la grata experiencia, otro 10.

No tenemos hoy cuerpo para grandes piezas de carne pero no me marcharé sin probar su Steak tartar clásico, al gusto del consumidor, sin mezclar para que se añadan los ingredientes en la medida de cada uno, y por supuesto el toque picante imprescindible que en nuestro caso será alto, muy alto. Otro plato a reconocer en su carta.

Y le damos una oportunidad también a la Verdinas con mollejas de cordero, y de nuevo decisión acertada, verdina de textura impecable, textura de ma molleja ideal que se deshace en la boca al masticar y acompañadas de las siempre maravillosas piparras.

Dos delicados y elegantes postres terminan el viaje RURAL, unos buñuelos y una tarta de limón. Me encanta terminar semejante comida de 10 con los postres bien hechos, personales, gracias equipo.

¿Se pueden seguir abriendo restaurantes en la ciudad de Madrid? rotundamente sí, los buenos quedarán y los que no lo son desaparecerán, con proyectos como RURAL la ciudad de Madrid mejora su oferta sin duda.

Restaurante Rural