Asistir a la montanera de las joyas del cerdo ibérico es siempre sorprendente, hoy os quiero llevar hasta el Valle de Los Pedroches, un ecosistema único en el mundo donde Monte Nevado selecciona las mejores dehesas buscando el fruto de la bellota de sabor dulce y la abundancia de hierba y agua. 

La elección de la montanera de Monte Nevado es evidente, descubrir donde vive y disfruta el último periodo de cría el cerdo ibérico que produce el que ha sido considerado “Mejor Jamón Ibérico de España 2018” por Alimentos de España (Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente).

 

La montanera en este paraíso cordobés discurre en el periodo comprendido entre octubre y marzo, allí los mejores ejemplares de nuestro admirado cerdo ibérico se alimentan a base de bellota, hacen ejercicio cada día buscando el preciado alimento a la sombra de encinas, quejidos, robles y alcornoques, descansando y siesteando a placer y intercalando la bellota con hierba y mucho agua para compensar la astringencia de la bellota que tanto les gusta.

A pesar de parecer un animal muy básico y sucio, esa idea está muy lejos de la realidad, Una nueva investigación, un meta-análisis de decenas de investigaciones sobre ka inteligencia y el comportamiento de diferentes especies como cerdos, chimpancés, perros, elefantes y delfines, en comparación con los humanos dio sorprendentes resultados, los cerdos son más inteligentes que las demás especies e incluso pueden ser tan empáticos como los animales domésticos.

Esto se puede comprobar en cosas tan simples como sus hábitos alimentarios, verles pelar las bellotas para alcanzar lo mejor del fruto es realmente curioso, no se comen cualquier cosa, este consumo selectivo determina la calidad de los futuros jamones.

Monte nevado desde 1898 conoce y selecciona las mejores ganaderías y las mejores dehesas para la montanera, protegidas de los vientos fríos para que sus ibéricos puros troten, coman en paz y disfruten de una vida placentera.

No se puede olvidar la figura de los cuidadores de estos formidables animales que los tratan con todo el mimo y cariño posible, vigilando en todo momento su estado de felicidad y a los que reconocen sin verles con llamadas que cada uno inventa y a las que acuden desde el otro extremo de la finca.

Los lechones, separados de sus mayores corren libremente y juegan sin parar, atentos a todo lo que ocurre a su alrededor, al contrario de sus progenitores normalmente no toleran la presencia de los humanos que no conocen y corren a toda velocidad si ven que alguno se acerca.

Los adultos más curiosos gustan del contacto con las personas e incluso les encanta rascarse con los vehículos de lo bípedos que a veces vienen a visitarles, el resultado puede ser trágico para los coches ya que en su piel portan arena y pequeñas piedras de rebozarse por el suelo que arañan las carrocerías.

Al final de la montanera los adultos presentan un cuerpo redondeado que delata las muchas bellotas que han degustado y que portan la beneficiosa grasa que se convertirá en un alimento que reduce los riesgos de sufrir enfermedades cardiovasculares, previene el aumento de la tensión arterial y la trombosis, disminuye la presencia de los lípidos perjudiciales y aumenta los antioxidantes, su grasa además produce un efecto beneficioso para nuestro colesterol porque propicia el aumento del HDL (colesterol beneficioso) y reduce el LDL (colesterol malo).

Monte Nevado apuesta por curaciones naturales más lentas y largas, a pesar de la moda que se impuso en los años 70 de curaciones exprés de jamones con poca grasa. Su apuesta por curaciones más largas consiguen de manera destacada más desarrollo de sabores y aromas en sus joyas gastronómicas.

Si además puedes vivir la experiencia de disfrutar de este producto en plena naturaleza en un desayuno campestre servido por el cocinero Luciano Cazan, premio Gurmé Córdoba 2018 en la categoría de restaurantes, el público le concedió el premio a su restaurante La Bodega de Lucman, la montanera alcanza el grado de gastronómica con todo el sentido.

La cría del cerdo ibérico permite la existencia del formidable ecosistema que es la dehesa, los árboles del genero querqus (encinas, alcornoques, robles y quejigos) son la casi la totalidad de su masa arbórea. El escaso matorral también contribuye al mantenimiento de la dehesa, las familias más representativas son la jara, la retama, el tomillo y el romero. Además del ganado porcino ibérico en la dehesa conviven el ovino, caprino y bovino. Su existencia es vital para importantes especies de fauna salvaje, concretamente 20 especies de mamíferos y 60 especies de aves, hay que destacar que algunas de ellas están en peligro de extinción, entre ellas el lince y el águila imperial.

La defensa y preservación de estos espacios de vida y naturaleza es posible gracias a estos creadores de calidad, Monte Nevado ha invertido muchos años desde su nacimiento en este noble propósito y el resultado se puede comprobar en el resultado final de un producto excepcional.

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