Si hay un sitio donde me siento como en mi casa en la ciudad de Valencia es con la familia de Andrés, en ese impresionante edificio que es Veles e Vents situado en la Marina y con vistas al inmenso Mediterráneo.

Dos vistas comparten el Restaurante La Sucursal por una parte el puerto, que ha tenido un impresionante desarrollo en estos años, en un espacio donde fue protagonista las pasadas ediciones de Copa América en los años 2007 y 2010

y por otro lado las vistas a la famosa playa de La Malvarrosa.

En el interior su cuidado espacio comparte una cocina vista con la sala donde se interactúa con el cliente.

Allí me esperaban Javier de Andrés, director gastronómico del Grupo La Sucursal, y su hermana la chef Miriam para mostrarme el último espectáculo gastronómico de su Restaurante La Sucursal. Con ellos daba comienzo en nuestra mesa el llamado Gran Menú.

Miriam de Andrés y su equipo trabajan únicamente con verduras cultivadas en la huerta valenciana, carnes alimentadas orgánicamente y pescados y mariscos de subasta. Por ello su primera apuesta en forma de aperitivo es una cebolla valenciana que al asarla pierde su agresividad y se convierte en dulce, es su Cebolla asada en arcilla y caviar “Beluga”.

La sumiller Lesly Laos Palomo arranca con fuerza y criterio con La Bota 68 de Fino “Macharnudo Alto”. 

Seguimos con los aperitivos para disfrutar ahora con una Piel suflada de bacalao y huevas Mentaiko, las huevas en este caso son de abadejo de Alaska, muy apreciadas en Japón y Korea, una textura muy diferente al anterior bocado que ahora es crujiente, muy agradable.

A continuación una Necora cajún y umeboshi, un viaje de sabores que nos llevará con las especias cajún a sus creadores, los “acacianos”, asentados en Nueva Escocia y Nueva Brunswick, en Canadá. La curiosa unión con el umeboshi, encurtido o fermentación de ume, ciruela japonesa de fuerte sabor.

Y terminamos los aperitivos con su Dentelle de gamba roja, Dentelle es el nombre francés que en español traducimos como como encaje, puntilla o tapete, utilizado en cocina tanto en dulce como salado. Miriam lo utiliza de base para dar soporte a una emocionante combinación con la noble gamba roja.

Las entradas dan comienzo con un Boquerón, gel de piparras y pericana de frambuesas, una combinación un punch muy singular.

Acompañamos, por consejo de la sumiller con un Ximenez-Spinola Fermentación Lenta 2017.

La estudiada línea de sabores nos conduce ahora a una Navaja, hierbabuena y bachoqueta, la bachoqueta es una judía plana valenciana que la chef monta en pequeñas tiras aportando esa nota verde y crijiente.

Lo sive la sumiller en armonía con Wittmann Westhofener Riesling Trocken “S” 2007

Llegamos al Pato a la brasa, jugo de anguila y jalapeños, una  sorprendente fusión de sabores de diferentes mundos gastronómicos que dan como resultado un bocado que te invita a repetir.

En esta ocasión un vino de la D.O. Costers del Segre  nos acompaña al pato, Acusp 2016.

uno de los más impactantes platos del menú es la Berenjena a la brasa y huancaína, con una berenjena baby servida sobre una de las más populares salsa del perú en estos momentos, en su interior guarda originariamente esta salsa: aceite de girasol, ajos, cebolla, ají, queso fresco, leche, galletas de soda y sal.

es tiempo para recibir en la mesa a un buen amigo, Jean-Paul & Benoit Droin Chablis 2015, querrá a la berenjena y la impulsará en sabor elevando salsa, un acierto.

Aromas marineros muestran otro de sus grandes platos de este menú, el Pescado de lonja, Suquet Thai, la chef añade Winbi Agua de Mar al fondo de este plato para potenciar el sabor a mar y disminuir los aportes de sodio haciendo muy saludable su creación.

Lesly nos propone ahora para esta armonía un vino que creo tiene la botella más femenina del mundo y en su interior un auténtico lujo de vino, Château de Selle 2017. Si hay algo que ha identificado en todo el mundo a los vinos de esta bodega, además de su reconocida calidad, ha sido su icónica botella. Una botella de elegantes curvas que nació de la observación de la naturaleza de La Provenza, esa naturaleza tranquila que sugirió a René Ott, una forma inspirada en sus tierras entre colinas, las filas y terrazas de viñas a la orilla del mar, y en los cipreses con forma de signo de exclamación o en los troncos torneados de las palmeras.

Este paisaje es lo que inspiró a René a crear el diseño que representaría su visión, una botella sugerente atemporal y de rasgos femeninos que se creó en la década de 1930 y que hoy no ha perdido ni un ápice de modernidad, siendo un sello de exclusividad y distinción en el mundo del vino. Recuerda a la ánforas utilizadas para recolectar el vino en la antigüedad y que todavía se pueden encontrar en toda la Provenza. Una seña de identidad y distinción.

El 9 de junio de 2016 tuve el placer de hacer una entrevista exclusiva y única en España a Christophe Renard, Brand Ambassador de Domaines Ott que me contó todos los secretos e historia de la bodega y las características de su creación que esa primavera vio la luz en España. Os dejo aquí el enlace a ella si queréis saber más sobre este buen vino: 

Seña de distinción y calidad es la selección de todos los productos utilizados para la elaboración de los platos de la chef, un buen ejemplo es esta Carrillera de atún rojo Balfegó, emulsión de hongos. Otro de los platos mágicos del menú sin duda, el mejor atún del mundo para un plato certero.

Con esa joya de túnido la sumiller nos propone establecer armonía con un Leclerc Briant Brut Reserve 2014

El Taco de Wagyu y parmentier de calabaza marca el final del menú antes de los postres, impresionante Wagyu que la chef asocia con buen gusto a las notas de la calabaza.

Para esta pieza tan especial de carne la elección no puede ser más acertada, una joya de nuestro país, Clos D’Agon 2006.

Dos postres culminarán la cena, para comenzar un sugerente y refrescante Dulce de leche de cítricos, helado de naranja sanguina y ruibarbo

Y seguimos con un Chocolate, pistacho y lichi que acompañamos como se merece con vino que lo potenciará más en boca

Un viejo y emocionante Quinta do Infantado Vintage 1997.

Siempre es una gran experiencia pisar esta casa, siempre me quiero quedar a vivir en ella, adoro a esta familia de gente humilde y trabajadores incansables que son felices con lo que hacen y la trasmiten a los demás, en lo más alto de la gastronomía de nuestro país.

Con una mesa llena de copas que no hemos querido retirar y la sensación de una buena digestión me despido de mis amigos y de todo su brillante equipo, Valencia puede estar orgullosa de tener este restaurante y esta notable familia en su ciudad.

Más información: https://grupolasucursal.com/