Visitar Segovia siempre es fascinante, para los amantes de la montaña, la arquitectura, el arte y la gastronomía aún más. Poder pasear por la Alameda del Río Eresma, la Casa de Moneda, el Monasterio del Parral, el Convento de San Vicente, la Alameda del Alcázar, la Iglesia Románica de La Vera Cruz, la Fortaleza y Templo de los Caballeros de la Orden de Malta o  el Convento de San Juan de la Cruz y su tumba. Es el plan que os propongo antes de ir a comer al Restaurante La Postal que se encuentra a ocho minutos de la Plaza Mayor de Segovia en el barrio de Zamarramala.

Desde el interior del restaurante La Postal veremos precisamente una fascinante postal, y en un día claro nuestros ojos llegarán hasta la cúspide a la antena de La Bola del Mundo, montaña que he subido muchas veces y que es una referencia de la sierra vista desde Madrid y desde Segovia.

Su sala principal es de corte clásico y con una gran capacidad que la convierte en un espacio para celebrar eventos en la zona.

Pero este restaurante guarda una sorpresa, un vagón restaurante restaurado. Una joya de los años cincuenta que su propietario llamó Antonio Machado, por la gran vinculación que el genio de la literatura tenía con la ciudad de Segovia. Los viajes que el escritor realizó en tren para ver a su amada Pilar Valderrama (Guiomar) a Madrid, y los escritos que dejó sobre la ciudad fueron la inspiración del propietario para crear este bonito homenaje al poeta.

En sus libros han quedado reflejados su amor a Segovia:

¡Torres de Segovia, cigüeñas al sol!
«Verdad que el agua del Eresma nos va lamiendo el corazón y que al festín de mariposas acude el negro abejarrón…»
«En Segovia, una tarde, de paseo por la alameda que el Eresma baña…»
«En San Millán a misa de alba tocando están…»
El vagón en su interior recuerda a los tiempos en los que se podía comer en los vagones restaurante, esa buena costumbre en una edad de oro que ha quedado relegada a los trenes temáticos y de gran lujo que en su día os conté en este post. Me trasmiten que pronto le harán una renovación a toda la decoración para traerlo a los tiempos actuales, será otro buen momento para regresar a disfrutarlo con vista y boca.

En La Postal el cocinero Joni Barroso quiere mostrar una cocina que une la mediterránea con tintes internacionales, con productos de temporada y locales y donde preserva los tradicionales asados, buscados siempre por turistas y viajeros. Raimundo Sanz dirige la sala con acierto y profesionalidad.

En la bienvenida una Crema de apio nabo. Delicado trabajo del chef con esta raíz comestible que tanto gusta a nuestros vecinos franceses y que ha llegado a las cocinas de todo nuestro país.

Primera propuesta en copa, CAVA Brut Rosé Conde Haro 2016, elaborado con Garnacha tinta. Notas de melocotón, cítricos y frutas tropicales.

Le sigue una Lengua de vaca curada con toques ahumados, almendra tostada, alcaparrones encurtidos y eneldo freco y un Jamón de pato curado con ralladura de foie fresco, germinado y brotes tiernos. Rica combinación con la que el cocinero tiene mi atención.

Siguiente vino, un Verdejo ecológico, Mil y Pico 2019, de notas herbáceas y frutales, un autentico Verdejo .

Buena propuesta de sala con ese vino Verdejo para acompañar unas Cigalas a la plancha con salteado de habitas, mousse de queso y miel cítrica de romero.

A continuación unos Callos de bacalao con tocineta ibérica y pochas, tocadas con el crujiente de su piel que le aporta el punto crujiente a la melosidad del conjunto.

Pasamos al tinto con un Ribera del Duero, Murón Edición Limitada, elaborado con la variedad Tempranillo 100%. Descubre notas de fruta negra, con sutiles torrefactos y vainilla.

Una Lubina a la plancha con all i pebre de callos y gambones con ajo dulce marca una buena propuesta de plato, importante siempre la elección del producto, la lubina puede ser mejor y así se lo digo al chef.

No quiere Barroso que me marche sin probar una de las estrellas de su carta, el Cochinillo crujiente confitado en leche, con parmentier, manzana ácida y maracuya. Razón tenía en que debía probarlo.

El momento del dulce viene precedido de otro dulce, un vino elaborado con la uva Monastrell en Jumilla, Alceño, notas de higos secos, frutas confitadas y pasas.

Acompañará el vino dulce a un Yogur, queso y frutos rojos, un refrescante postre que limpia y pone la nota perfecta para terminar, cuatro texturas en el plato con la agradable gelatina de frutos rojo en el punto más alto de sabor.

Me viene perfecta la poesía de mí admirado Antonio Machado: «Caminante, son tus huellas el camino y nada más; Caminante, no hay camino, se hace camino al andar», y como un mantra en mi vida sigo mi camino a la próxima poesía gastronómica que encuentre en él.

 

Restaurante La postal

C/Sacramento, 22 40196 – Segovia  (Zamarramala)
Teléfono: 921 120 329
Email: reservas@restaurantelapostal.com